FOTOGRAFÍA: Estefanía Molina
TEXTO ORIGINAL: Publicado en el blog ENHEBRADOS. http://enhebrados.blogspot.com.es/2013/03/caricias-y-tatuajes.html
Los tatuajes se dibujan bajo la piel para que puedan verse sobre ella. Las caricias, en cambio, ocurren sobre la piel pero los dibujos que trazan sólo se ven en nuestro interior.
Los tatuajes duelen cuando llegan y, la mayoría de las veces, llegan cuando los llamamos. Pero las caricias sólo duelen cuando se van para siempre. Y se van para siempre, sin remedio, como la muerte, aunque no queramos que su marcha llegue nunca. Y es la muerte, precisamente, quien se lleva para siempre todas las caricias.
El tatuaje es, sobre todo, algo físico. Tinta, agujas, motores, piel, manos, metal… Una parte de la caricia también es física, pero la parte más importante, la que va más allá del instante en que se produce el contacto, es esencialmente inmaterial.
Cuando se trata de tatuajes, el color y la forma son muy importantes. Pero el color no importa en las caricias. Ni la forma tampoco, sin el contenido. Aún así, alguna mente deforme creerá pensar, todavía, que sólo son caricias aquellas que llevan el mismo color de su piel. Pobres imbéciles dementes… Guardemos un segundo de silencio en memoria de su capacidad para pensar y sentir como seres libres e iguales.
Tatuaje: ni la aguja ni la tinta pueden llegar hasta el corazón, sin matarlo.
Caricia: sale del corazón, llega hasta el corazón y, en ocasiones, lo mata cuando desaparece.
Me quedo con las caricias,sin dudas!
ResponderEliminarSaludos!