domingo, 24 de junio de 2012

LA RAVE VIRTUAL Y EL AFORISMO SOBRE LOS OJOS

Ojos abiertos. Cientos de miles de millones de billones de ojos abiertos. Y también cerrados, por supuesto. Porque dicen que hay de todo en todas partes y en todo momento. Innumerables pupilas multiformes; iris de infinitos colores y tonalidades; cristalinos translúcidos y transparentes; nervios ópticos de diferentes tamaños y medidas: longitud, grosor, peso y capacidad. Cosas de ojos, en definitiva. Definitivamente, los ojos son un buen tema para escribir sobre algo cuando ya vas por la cuarta cerveza y vuelves de una rave virtual donde has ido invitado por un amigo al que no veías (y sigues sin verlo, porque la cosa de la rave era virtual) desde hace unos cuantos años. Sin recordar la cifra, ya son demasiados, en cualquier caso.

Los ojos y su mundo. Estamos acostumbrados a verlos de dos en dos, uno a cada lado de la cara, ambos cerca de la nariz, debajo de las cejas, esos detalles tan importantes en nuestra anatomía que, a modo de cañerías, desvían el sudor cuando, en ocasiones, baja desde la frente como efecto de algún proceso fisiológico. La ley de la gravedad también afecta a los ojos, por eso, entre otras muchas cosas, es tan importante. Pero los ojos no siempre se reparten a pares: observad de cerca a una mosca y en sus enormes globos oculares veréis la respuesta. Miles de omatidios fotosensibles dentro de cada enorme ojo que el insecto díptero lava y cuida constantemente. Los ojos de una mosca son algo fascinante… Ojos compuestos, les llaman algunos, mientras otros hablan de grandes ojos hermosos. Tal vez sólo sea una cuestión de perspectiva. Puede que siempre sea así. Los ojos de la mosca te observan mientras tú no apartas la mirada de la pantalla del ordenador. Perspectivas.

La simetría es algo muy importante. Podemos encontrarlos de dos en dos, de tres en tres, de cuatro en cuatro, de cinco en cinco… la rima es cada vez más fácil, pero el número no para hasta llegar a contarse por miles. Sea como sea, siempre tenemos el mismo número de ojos a cada lado del eje imaginario. Lo mires como lo mires, la simetría también es cosa de ojos. Los ojos son simétricos porque nuestra imaginación puede trazar ejes de simetría allá donde los ojos no ven realmente nada. La imaginación y los ojos, los ojos y lo que no se ve. Mientras haya imaginación, habrá esperanza.

Ojos. Incontables ojos abiertos, todos mirando. Incontables ojos cerrados descansando en una esquina de la vida de algún ente. Ojos fotosensibles, en cualquier caso, como los omatidios de la mosca. Acabamos de nombrarlos y ya estamos otra vez hablando de ellos. Las moscas son seres misteriosos… Todos, sin distinción de sexo, raza, posición económica, clase social o especie animal, perciben imágenes estáticas o en movimiento de una realidad diferente en cada caso. Cada ojo, como un espejo, se sitúa estratégicamente en una perspectiva única, propia e inalcanzable para todo aquello que no sea él mismo y su mecanismo. Espejos que reflejan luces y formas. Espejos vivos, son los ojos.

¿Sabemos de qué estamos hablando? ¿Qué es un ojo? ¿Cuál es la mejor definición para ese órgano tan popular en la poesía romántica como en los libros de texto? ¿Hay ojos más allá de la galaxia Abell 2218?

“Ojo”: dícese de cada ventana abierta a un universo único, insólito y desconocido para todos los demás ojos presentes, pasados y futuros.

viernes, 15 de junio de 2012

RULETA RUSA

A y B caminaban por la calle en direcciones encontradas. Cuando sólo faltaban unos pocos metros para que se produjera la fatal colisión, ambas se detuvieron y quedaron situadas exactamente una frente a la otra.

A, que estaba acostumbrada a ser la primera, fue quien rompió el hielo:

A: Oye, ¿qué te parece si nos volamos el cráneo con este revolver?

B: Bueno… no sé yo. Es Nochebuena y me esperan para cenar en casa.

A: ¡Venga chica, que un día es un día!

B: Mmmm… venga, vale. Está bien. A ver, ¿quién se dispara primero?

A: Lanzaré una moneda al aire y lo echaremos a suertes…

B: De acuerdo. Yo pido cara.

A: Y yo cruz.

Vecinos y transeúntes pudieron escuchar los disparos que acabaron con la vida de las dos primeras letras del alfabeto castellano. Pero muchos de ellos, y también de los otros, y de nosotros, nunca llegaron a notar que la A y la B se habían ido para siempre.

s lo k tien vivr n l sigl XXI, k no svems ni leer ni skrivr y ns d = :(

Este relato fue presentado al I CONCURSO DE RELATOS HIPERBREVES, organizado por el blog LA SIGUIENTE LA PAGO YO, y el pasado mes de Abril fue seleccionado para ser publicado en dicho blog. Aquí os dejo el enlace original: